Vi estaciones para el caballero de parís En la vendimia florecerá,
de tal milagro serán testigos
los humildes saltamontes rojos.
El Caballero intenta explicarse
la causa de su metamorfosis.
«Esto es cosa tuya, nadie en mí
advierte, Señor, una evidencia
de iluminaciones y bonanza».
Aguarda. Sopla Dios sobre el mundo,
remueve las hojas y los hombres.
«Esto es cosa tuya, Señor, pues
los labios más pobres te denuncian».
Cómo no asustarse de un anciano
floreciendo muy impúdicamente.