MaÑana panameÑa El calor se cuela mojado por la ventana de mi habitación.
Allí donde pasé la noche cuidando mis miedos eternos, bebiendo mi
soledad poro a poro.
El calor me llega por las veraneras que planté en agosto.
Por las nítidas consecuencias del abandono de la que en San Sebastián
dormita en el Hotel de Londres y de Inglaterra.
Mañana panameña llena de esperanzas y de pronósticos de lluvia, hacia
ti crezco minuto a minuto, sin saber por qué...