Flores amarillas y recortes tristeza que se pudre
música
memoria intensa
de no abrir
jamás
la puerta
sol recargado en los ojos
tubo oxidado
muerte del viejo escritor
escribiendo
caudal sin detenerse
se ahoga en él
como una isla
disuelta toda la sangre hasta llover
vida y literatura
terminan incompletas
camisas soleadas
sobrias de morir
caja inmensa del diafragma
el cuerpo dentro
color apenas constante
manos grandes
flores amarillas
caricia de la máquina portátil
bebedores mecánicos
ruido
otros días
letras
bajando
por el esófago
equilibrio entre cada respiración
tras la cerradura
se desplaza un trineo
frío durante la fiebre
solitaria fiebre
cada vena está puesta al azar
azar
el ojo
el pie la bala
el punto
amarga alegría
de un eco