Los puertos de la tarde (ix) Bajan al mar los pinos en esta tarde húmeda
de luz difusa y verde. No cambiarán los dioses
el jardín mineral de clivia y sanguinaria,
de crestas afiladas y acantilados cóncavos.
Los días depositan sus rescoldos amargos
en la cima fugaz
de espuma de las olas.