Mientras salta un hombre Hermanos, esta mañana saltó un hombre
y no he sido yo.
Yo estuve a punto de serlo
pero el vacío parecía demasiado doloroso.
No se preocupen,
todavía hace demasiado frío en el alma
y la felicidad es tísica,
y un poco de tierra en los ojos no será suficiente.
Quizás cuando anochezca
vengan unos hombres preguntando por mí
pero no me reconocerán.
Hoy es sábado
y morirse los sábados
es tan común que apena sólo de pensarlo.
Tengan fe. Esperen un día más.
Quédense pequeños para que el dolor los confunda.
Tengan un poco de fe.
Tengan un poco de cielo,
una ciudad con edificios altos,
con gatos asustadizos
y una ventana que permanezca abierta.
Hermanos, esta mañana saltó un hombre
y no he sido yo.
Mañana.
Tal vez mañana.
No se preocupen.