La calle de los viejos Es en realidad un parque, pero como alguna vez fue calle quedó la
costumbre de llamarla según la antigüedad de sus contertulios. No hay en
verdad mucho que contar sobre una rutinaria reunión de jubilados que
juegan ajedrez, tute, y que saben de memoria quiénes han sido los
nosecuántos presidentes de la república, salvo que, una vez fallecen,
regresan a platicar con sus amigotes convertidos en ardillas o iguanas.