Ii poema en que el pez habla de la muerte y otros designios Odio quitarme esta máscara de pez
ser el pájaro que teme a la extraña luz de los caminos,
huir hacia
donde fue mi bosque
a la ciudad que yace asesinada entre el ropaje de los
sobrevivientes.
Odio despojarme de tanta lucidez;
pero soy quien ha venido a sepultar sus muertos
en el vientre de la noche.
Soy el pez, mi nombre de animal nada puede en el último
vestigio
de la eternidad.