8 (según Rita Doove)
Del ónix y del hierro,
de los metales blandos y de la mandolina
con que el muchacho negro del poema
acompaña su canción,
de la respiración de un remo dormido sobre el agua,
de retoños oscuros que blandamente depositas en mi mano,
de los mitos y las piedras, aquel fragmento
que trajiste de Itálica,
de la espiga y la hoja del almendro en flor
construiré mi casa.
Habremos esperado el paso del invierno,
nuestro invierno mínimo,
el invierno de Illinois
de estufas encendidas y mantas a cuadros
tendidas en la mesa.
Habremos esperado la benevolencia de las estaciones,
la calma de los animales,
la vuelta de los niños del colegio.
Hablaremos de Grecia y del aserradero
donde tu hermano cortará los troncos,
pulirá las tablas, moldeará los marcos y las puertas.
Mira cómo he puesto un cirio para ti:
del ónix y del hierro
y de la recurrencia de la palabra corazón sobre tu corazón
construiré mi casa.