Patio Estafado de igual manera
por la poesía y el clima de época
(la incertidumbre vuelta religión,
la miseria como único mundo posible)
salió al patio a fumar, como quien
busca un acto genuino, un atisbo
de redención entre la ropa colgada del alambre
y el zumbido de las moscas girando
sobre las cáscaras de huevo.
Si quedaba algo parecido a la verdad,
estaba ahí, cerca;
como quien dice:
al alcance de la mano
que ve lo que el ojo toca:
algo más preciso que el humo que sube
y menos duradero que la ceniza tibia.