Literal Todo remite
definitivamente
a todo.
Y aburre.
La lluvia al cielo derramado.
El cielo al deseo sin nombre.
El deseo al ojo de la sed.
La sed al fracaso de la lluvia.
Mejor hacé de cuenta
que cada cosa no tiene par,
que todavía el mundo está por suceder,
que el porvenir de la palabra
es el olvido de la palabra.
Esa debe ser tu estrategia:
un poco menos de lenguaje,
un poco menos de realidad.
Que a la metáfora
la busquen
otros.