Decir tu nombre es callar la noche para siempre. Muchas veces ocurre que tengo inconfesosdeseos de llamarte.
Entonces redescubro mis miedos, el abandono
que cabalga entre mis piernas azules.
Llamar. Llamarte. Decir tu nombre en la
soledad de mis provincias es, de alguna forma, una de lasincreíbles formas con las que me defiendo.
Decir tu nombre Patricia,
es callar para siempre esta noche sus bandidos nostálgicos.