Poemas » frank castell gonzalez » la ciudad en los cuervos

La ciudad en los cuervos - Poemas de Frank Castell González

La ciudad en los cuervos

I


Han quemado la memoria del espíritu. Los comensales
disputan cada trozo de silencio. El bufón contempla
guillotinas y envejecen sus cristales. Ah, bufón, yo
sufro tus suicidios, soy un cascabel arrepentido que
busca el néctar de palomas y corderos.
Me rasgo los ojos para no volver a la ceniza, al telón
sin luces donde viven tus piruetas. No bastan
almanaques si no hay códigos suplicando ante un
Mesías, si el viento es navaja o reloj de oscura callejuela.


Alguien busca pinceles encima de los rostros, bitácoras
donde fusilan panecillos. ¿Cómo desmembrar el
miedo, ah bufón petrificado en cualquier sitio?
La mesa oculta sus llamaradas, sabe el precio que no
entienden los escribas, y golpes y tumbas y cuerdas
flotan agrietadas semejando un país. Eres elegido
aunque atraviesen tus pupilas, aunque aplasten tu sexo
sin mirar el sorbo que no disfrutas.
Hoy volverán a consumir la fobia como un
descamisado grito en la soledad y el tiempo.
II



Trazan los heraldos sobre un lienzo que no existe. Soy
Rimbaud y me consumo bajo estrellas simbolistas. El
odio es escarnio vertido como fraguas de alguna
sombra. Soy Rimbaud, el culpable que duerme en la
tranquilidad. Mi corazón se escurre, gime por tanto
abismo defecado. ¿Quién oxida el aire con los huesos?
Ciudad es cualquier muchacha besándome las horas.
Ciudad es Londres o París con sus musas de hielo. El
musgo esconde la espina y salta por círculos que ven
los pasos devorar mi rostro.
Soy Rimbaud, no juzguen al padre que asesina cada
molécula, no juzguen al silencio. Ya el mundo es
carcajada irreverente. Soy Rimbaud y parto con los
dioses a cualquier historia sin guantes ni escaleras.



POEMAS
© TusPoemas 2008.