Un antiguo amor es como un alto piano... Un antiguo amor es como un alto piano sumergido en el sótano. O
como un gran trasatlántico perdido en la bruma. Su recuerdo despierta un
verde insensato en las colinas, un grave silencio en torno a plazas con
estatuas ecuestres y bancas de hierro.
Un antiguo amor se cuela como un vicio inocente entre los
resquicios sabatinos, muerde soledades en el cuello, incinera almanaques
para estar sentado en el festín del presente.
Un antiguo amor se orina en los edredones de los hoteles a los que
llegamos cansados y sin extrañar a la esposa. Un antiguo amor se anuncia
en el periódico como una bella oferta de primavera, y sin descaro nos
persigue en el retrete como una cuenta sin pagar, como un viejo y pesado
rifle de cazador que aún dispara muerte y soledad.