Anduve por la raíz de la lluvia... Anduve por la raíz de la lluvia
hasta esta casa sucia y corroída.
La humedad cubre las paredes,
el polvo domina el aire.
La tarde anticipa la noche
y en lo oscuro trabajará el óxido
en llaves y herrajes.
Y es amargo
el pan con que me alimento.
Y es turbia el agua que bebo.
Y la voz que oigo, o creo oir,
parece llegar del otro lado del mundo
y apenas si proviene del cuarto contiguo,
vacío, y no es sino una falla
en el apretado tejido del silencio.
( Afuera y a lo lejos,
un perro ladra a la lluvia,
la lluvia lo moja, con saña, con indiferencia).