Islas flotantes En la tierra de los cielos,
nubes blancas, grises o negras,
como islas flotando en un océano de aire,
y Dios un poco molesto en su trono de sueños,
desde donde la imagen de su amada es interrumpida,
aquel conocido rostro verdeazulado y oceánico
en cuyas aguas
puede verse a sí mismo, inconmensurable y mínimo,
allá abajo,
en la patria de los duendes y la esperanza.