Milan kundera Milan Kundera dice que la poesía ha muerto.
Debe tener razón porque ya nadie
(salvo algunos poetas)
acostumbra a temblar con las palabras
en un libro de versos.
Si me lo hubieran avisado
-aunque yo soy su deudo más humilde-
habría concurrido a las exequias
y dejado una flor sobre su tumba.
Ahora estoy triste. Pienso en cuántas veces
ella me hizo feliz. Y ya no está.
¿pero qué hacer si las palabras vienen
por el aire y se trepan a mis piernas?
¿Si las palabras vuelan, temblorosas,
bellas, sensuales, perentorias, mágicas,
y me reclaman una forma antigua
o un esplendor herido de futuro?
Tendré que consultarlo con los pájaros.