Y me quedará por siempre ¡Y me quedará por siempre,
tu mirada, viento!
Hay un camino de ansiedad
Que desnuda y sitia las alas.
Qué más puedo hacer
Cuando la noche ciega los pechos?
¿Qué más si el vértigo nos arrebata?
¡Ah viento que meces
con badajos de huida!