Tú debes mandarme... Tú debes mandarme
y yo estoy obligado a ser servicial,
al desdeñar el nombre y el honor
crecí enfermizo y me hice débil.
Prueba el método inventado,
sin rodeos, a la desesperada:
Soy un bolchevique sin partido,
como todos mis amigos, como ese que no es mi amigo.