Fragilidad A Cernuda
No es el amor quien pasa somos nosotros mismos dijiste,
pero nosotros mismos
somos el amor y el tiempo del amor y la muerte,
de los suicidios y los desdoblamientos,
de la imaginación y las pesadillas imaginarias que sostenemos
con fuerza contra nuestros deseos,
nosotros hechos de la madera de los sueños, del odio,
y las pasiones que se agitan
con el agua cuando cae el crepúsculo
el silvo del viento imita al ruiseñor,
pobrecillos nosotros que pasamos junto
al amor, estrechados a la corona de la muerte,
sin la cual no nos miraríamos a
los ojos ni nos prometeríamos eternidad,
nosotros, pobrecillos, recién salidos
de la caverna, intentando ver las cosas
cuando sólo vemos simulacros y sólo por
milagro abrazamos algo más que sombras,
si, enorme Andaluz, también es el amor
que pasa como pasan los sueños
y el fuego que Prometeo brindó a los hombres
para que de libres pies,
seamos los esclavos del amor que pasa
con el crepúsculo, tomados de las manos
del amor, nosotros pobrecillos.