C´est si bon el piano
dejaba oír suaves notas
y la casa latía.
Era cierta la tarde
en la ventana.
Ahora
todo es precario, leve, azaroso
bellamente humano.
Acaso
el peso de mi cuerpo
sea la única certeza.
Esta es la tierra, corazón:
hebras de luz
un acorde sencillo.