La tía maría maría mi tía es una mujer alegre y de espalda trágica
-los hombres que la han amado perdieron la cordura y la suerte,
y ahora la salud y el prestigio, le son ajenos-.
pero no me importa, es mi tía.
mi tía tiene el cuerpo de reina y las manos tibias, como de ángel,
y cuando me acaricia el pelo
una burbujita de jabón se me arremolina entre las piernas,
y cuando me dice que estoy lindo y he crecido mucho
un tarro de leche se me cruza por las rodillas.
la boca de mi tía tiene colorines, babas limpias y dos colmillos
seductores
una lengua blanda y tierna que se me enrosca en el cuello
después del almuerzo, a esa hora precisa que tengo para la masturbación.
mi tía tiene unos labios carnosos que se hinchan cuando me llaman
y se vuelven flor de orquídea cuando palabrea.
de la boca de mi tía brotan candelas, ternuras de arriero y una que otra
idea de chica materialista.
mi tía es airosa, voluble, reflexiva, cristalina, barbuda y seductora,
algo bella y paranormal.
mi tía, ¡ay, Dios, mi tía!
es un diccionario abierto de emociones susurrantes, de suspicacias
celestinas,
un manojo de suspiros y deseos incestuosos.
y ya le dije:
-tía, el cielo no espera a los amantes-.