El mensaje a Jane Campion
la muda
agita los brazos
en la noche
con espasmos
de colibrí
(aquel hombre
no la escucha
-no podría escucharla-)
sus ojos
desmesuradamente
abiertos
laten
contra la oscuridad
quién hay
quién
para
ese mensaje
de inocente torpeza
escrito
en aspas
sobre el aire
quién
mientras tanto
el piano de Jane Campion
se hunde
y la cámara de Tina Modotti
ciega
bajo el Moscova