En un pueblo de osroene Ayer, a media noche, herido en una riña de taberna,
trajeron a Rémona, nuestro amigo.
A través de la ventana la luna iluminaba su cuerpo.
Somos una mezcla de sirios, griegos, armenios y medos.
Rémona es uno de ellos. Pero anoche
cuando la luna iluminaba su entrañable rostro
pensamos de nuevo en el Cármides de Platón.