Sangre Sangre que ya no he visto, corre. Sangre lavada en el
agua sin placer de las alcobas, arrastra el vencido gesto
de la pareja acompañada y diurna pecho a pecho. (Presiden
todo amor las flores rojas). Trabaja la sangre su
vino, bajo frutas y niñas maduras. Comprende la tierra,
que sangre bebe su codiciosa lengua. Que disminuye
luz en la carne solar provocativamente. Que con sangre
aplaca su multitud errante de criaturas, y declina azules
con ambición celeste.
Una disciplina del tiempo ensangrentado nos corroe.
Canto de sangre sufre la libertad alzada en ruinas.
Liberado de Dios y toda sangre, vestido en fuego, el
hombre dulcemente la sangre espera.