Xiii estaciones para el caballero de parís En el sutil trasiego de máscaras
el vagabundo lamenta su
cordura. Presencia el carnaval
grotesco del mundo. Quizás ese
Pierrot sea Paul Eluard. Afuera
se prometen prodigios de humo.
Quizás por unos centavos alguien
le conceda al fin su corazón.
Pero exigen su inocencia, exigen
les invente un río rumoroso,
y un puente, también quieren un puente.
Ya entonces sólo piensa en morir.
Ojalá entendiese que la muerte
es otra cabeza contrariada.