Noveno bate Si tocas y no llegas
te anotarán sacrificio
la muchacha del colegio se reirá de ti
dirá que no estás preparado
para jugar al duro
y habrá que sacarla del terreno
para que no te devore.
Ella no puede entender por qué Guillén
Maiakovski
y Darío
son inmortales
por eso se escapa al stadium
por eso fuma a escondidas
y no le importa la mediocridad del aula.
Se hace un compromiso el encuentro
con la multitud:
ella se enaltece
es una belleza que le da feminidad a las gradas.
En el juego los protagonistas somos nosotros
no el que tocó para un sacrificio
y se quedará sin acariciar
los muslos-velludos
los labios-fuegos
las tetas marciales de la muchacha
que salta el muro de la cerca
para maldecir a su hombre
y demostrarle cómo se rompe el slump
con un batazo.