Ii Aquel que halaga a la locura,
como vos Jorge.
Aquel que se compromete con la Realidad,
como vos;
aquel que viaja de un pueblo a otro
en ferrocarriles lentos
o en sucios barcos.
Aquel que cotidianamente se lamenta
de no haber conocido a su padre,
como vos Jorge.
Aquel que insiste en la permanente búsqueda
de la Felicidad.
Aquel que reinicia su Búsqueda,
todas las noches y todos los días.
Aquel que como vos Carrol,
reencuentra una y otra vez el Amor
y puede enarbolar su nombre
en el corazón:
¿de qué puede quejarse?...