No viajo ya en este trÁnsito NO VIAJO YA EN ESTE TRÁNSITO que va
del trabajo a la casa, de la casa al trabajo.
Para viajar salto hacia otros espacios
donde un abrupto y marginal sucederme
no continúe desproveyéndome. Y paso
por ellos
sin identidad definida ni oficio desgastador,
sin
amistades ni lazos
de familia: Pura tangencia
ocasional, volatinero puente de la vista
y el oído, pasajero sin riel ni vigencia
en ninguna memoria, mero bulto desnudo
hasta el momento mismo de regresar...
Y aun después del regreso, del eficaz
y rutinario traslado
de la casa al trabajo y del trabajo a la
—falaz espacio del lenguaje—
la Casa.