Fuera de casa Cuando oscurece y cae al fin la noche
y la sospecha, nos estimulamos
con la pasión secreta de las manos
que ata los cuerpos acallando voces.
Miel de alcohol sin palabras, cómo pude
endulzar el olvido. Jugueteo
con muñecos de pan como si en ellos
modelara las vidas que no tuve:
todas las que no soy en compañía
volverán a la casa con un hombre
que suspenda en la voz la incertidumbre
de la luz. Amanece en los rincones
del pasillo de entrada y borro el día
en la semipenumbra que nos une.