Los días del perdón Los días del perdón
suelen ser un gran abismo
disputándose mi vida
Días de morir y nacer
de morir y morir y volver
con una muerte gris y fría como un dardo
Días sin sol
donde el mundo se sumerge
como un mar de culpas
Días del hombre
Días de Dios bebiéndose mis años
Los días del perdón
han tendido un muro altísimo
el que no puedo derribar con mi amuleto
Mis muertos duermen
puesta tengo la cena para ellos
y no hay señal de sus fantasmas
Vacío de mí abro los brazos
ofreciendo mi dolor a los soldados
a los malditos seres
que en la noche se vuelven cazadores
Días del perdón
minutos cayendo en un reloj de arena
desierto donde el tiempo pasa minuciosamente
Días de mí
espejo para ahuyentar la imagen y su eco
reverso de un dolor sin límites
transparencia para disimular la redondez del mundo
aun cuando al mundo le falte
un país azul como la vida
Apenas soy un pasajero
pero en cada estación
voy dejando un pedazo de mis carnes
un sueño que conduce a la agonía
trampa donde pierdo los ojos
para regalártelos hermano
ojos que se abren y se cierran
añorando cerrarse para siempre
Tú puedes entenderme lo sé
por eso deambulo con mi soledad a cuestas
intentando desprenderme los recuerdos
agujereándome el alma
sin importarme que estoy muerto
que es sólo Hueso y Nada lo que soy
Días del perdón
donde los hombres se construyen la esperanza
una casa grande y verde
con árboles frondosos y animales domésticos
casa con muchacha riendo en el traspatio
dando de comer a las palomas
Días del perdón
única salida hacia un país desconocido
donde todo puede volver a ser como en los sueños
isla con cocoteros y una playa
aguas para limpiar
lo que no puede limpiar
el desamor.