Un planeta llamado paul schaeffer Un planeta llamado Paul Schaeffer,
llora en su laberinto recordando al sol,
abortado ya del aire,
como un asmático
en espera de la madrugada.
Y luego,
la señal que no llega:
el agua sexual en su despeñadero, hacha en mano,
deforestando los montes deforestados del corazón,
como en Nicaragua, o en Guatemala,
cuando los ríos desmadrados
arrastraron niños que la vida reclamaba
y desde una ribera precaria
sólo cadáveres de niños
podían verse flotar,
lejos de la ternura,
camino hacia la mar.