Soneto final del barrio de la compensa Para Van PereiraTarde amena de sol de este arrabal,
donde palmeras abanicos se levantan,
donde juegan los niños, vagabundean perros
en el descampado agreste de las casas.
Aquí en el bar de Claudio nos sentamos
aprendices de reveses al ritmo de la calle
vemos pasar el tiempo, el dolor y el sueño
en los gritos rotos de gargantas ácidas.
Dice Van que la poesía está en las calles
en las zarzos como párpados abiertos,
en este piso de barro que es sepultura.
Tarde amena de sol en este arrabal,
en que desembocan las angustias
al empinar silencioso de una cometa.